Reto: Solucionar un grave problema de reverberación acústica en el comedor principal y
aportar carácter y estética acorde con la personalidad del restaurante.
Solución: Instalar en el techo de bóvedas paneles fono-absorbentes creados a medida y
recubiertos con arte textil diseñado exclusivamente para el cliente.
Inspiración: Cielo de nubes blancas, algodonosas, envolventes y silenciosas.