Reto: Una masía histórica de 1621, restaurada con materiales naturales y ecológicos, presentaba un problema de reverberación acústica en el comedor del restaurante, alterando la atmósfera de tranquilidad.
Solución: Propusimos paneles acústicos colgantes en formato bafle, maximizando la absorción sonora por ambas caras. Fabricados con corcho natural de kilómetro cero, los paneles fueron esculpidos con una textura que aporta movimiento y recoge la luz. Esta solución innovadora no solo mejora el confort acústico, sino que también eleva la estética del espacio con un diseño único, respetuoso con el entorno natural y que fusiona belleza, bienestar y funcionalidad.